Lo primero que hicimos fue ofrecer currículos anónimos de nuestros traductores con conocimientos bancarios especializados para dar fe a todas las partes de nuestros méritos. Además, proporcionamos pruebas de traducción sin compromiso para mostrar aún más nuestras aptitudes. Era importante para nosotros que no se diera nada por sentado en esta fase, un requisito que consideramos todavía más necesario tras conocer el alcance del trabajo. La página web, con una media de 50 000 visitantes mensuales, iba a traducirse a nada menos que cinco idiomas diferentes y nos ocuparíamos de la traducción de entre cuatro y seis artículos para el blog cada trimestre de forma regular. Todo un desafío, quizás, pero para nada imposible.
Nos complace afirmar que Tayburn y su cliente (que dio el visto bueno a todos los trabajos que enviamos) quedaron impresionados con el modo en que nos lanzamos al acelerado mundo de las tecnofinanzas y abordamos un lenguaje tan técnico. Kimberley Smith, gestora de cuentas, nos dedicó el siguiente elogio: «En McFelder siempre han sido fantásticos y muy serviciales. Son como una extensión de nuestro equipo; nunca nada les supone un problema y siempre responden rápidamente. Tenemos una relación estupenda, inmejorable». ¡Muchas gracias por tus amables palabras, Kimberley!